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    octubre 23, 2005

    De DiceLaRed a LastInfoo: de la idea al producto (I)

    Este es el primero de dos posts que me han servido para preparar la ponencia en el evento WebDosBeta que tiene lugar mañana, 24 de octubre, en el Aula Magna del Instituto de Empresa. La presentación en pdf puede ser descargada aquí.
    También hemos preparado un LastInfoo, para seguir artículos en español e inglés, sobre la Web 2.0 y WebDosBeta.
    Fernando Polo.
    23 Octubre 2005, Madrid.



    DiceLaRed, algunos apuntes nostálgicos
    DiceLaRed nació como idea allá en 2001, justo cuando la burbuja había terminado de desinflarse, y el capital huía de las puntocom. Luis García de la Fuente (pdf), socio fundador de la empresa, tuvo la idea de "mecanizar" el índice R que The Economist publicaba desde algunos años antes. The Economist contaba las veces que la palabra recesión aparecía en las portadas de los principales periódicos, y elaboraba un índice, que servía como medida del sentimiento (optimismo) de los mercados. De manera inductiva, automatizar el índice R, se tradujo en toda una nueva tecnología: rastrear la web de manera permanente, almacenando la información y ofreciendo a las empresas análisis y datos estructurados que les faciliten la toma de decisión a partir de la información desestructurada en la web y la forma de mejorar su marketing y su comunicación tanto on como off-line. Esta "misión" desembocó en la primera versión de DiceLaRed (llamémosla DiceLaRed 0.5). Tres tecnologías existentes, puestas una detrás de la otra, que producirían una aplicación tecnológica "única en su categoría". Rastreo (arañas) + análisis (text-mining) + representación gráfica = DiceLaRed.
    Mi desembarco en DiceLaRed se produjo con una primera visita comercial (con la entonces directora de comunicación corporativa de Unión Fenosa) que terminó más o menos en los siguientes términos: "Me encanta la idea, pero, no termino de ver la utilidad".
    Fue por aquel entonces cuando empezamos a asimilar que el camino emprendido no llevaba alfombra roja incorporada. A partir de ese momento, nuestro empeño se centró en conseguir un producto, que cubriese las necesidades reales de las empresas, desarrollado a partir de nuestra tecnología. Y poco a poco, nos fuimos aproximando a las Netnografías (DiceLaRed 1.0), o estudios de opinión realizados a partir de las conversaciones mantenidas por usuarios de foros de Internet, y posteriormente, de blogs. Desde el añoo 2002, antes de que el fenómeno blog despegase en USA y mucho antes de que lo hiciera en España, DiceLaRed hacía llegar a las empresas un mensaje sobre la importancia de escuchar lo que los consumidores y los ciudadanos estaban diciendo en la red, e invitando a las organizaciones a introducirse en la conversación ciudadana, bajo el lema desarrollado en The Cluetrain Manifesto tres años atrás, y resumido en el claim "los mercados son conversaciones".
    DiceLaRed nació cuando todavía no eran públicos los planes de IBM de desarrollar una tecnología similar (millón de dólares arriba o abajo) llamada WebFountain, que aún no ha sido concluida. O en el mismo momento en que PlanetFeedback (posteriormente adquirida por Intelliseek) comenzaba a ofrecer a las empresas servicios de rastreo de foros, con una tecnología similar a DiceLaRed, o la empresa BuzzMetrics empezaba a desarrollar informes basados en contenidos de foros de opinión similares a las Netnografías (pero sin tecnología de rastreo).
    Las Netnografías nos abrieron las puertas de grandes empresas españolas, que comenzaron a comprender la utilidad detrás de la herramienta.


    De la idea al producto
    DiceLaRed era (y es) una gran idea tecnológica. No obstante, se movía contra dos grandes obstáculos: el primero, que se jugaba en el terreno del marketing online. En el año 2004, el porcentaje de gasto publicitario online, frente al total del gasto publicitario en España fue de aproximadamente el 1,5%. Es decir, ridículo. El segundo obstáculo, es que nuestros productos iniciales estaban orientados a la investigación de mercado, lo cual también reducía drásticamente las posibilidades de compra dentro de los presupuestos de marketing de las empresas. Por todo ello, la estrategia pasaba por saltar de la investigación a la comunicación online -pues no tenía sentido ampliar el mercado, saliéndonos del ámbito de Internet-.
    Y así se empezó a trabajar en productos orientados a la publicidad online. El primer tanteo desembocó en los BuzzMaps (o InfoMódulos, DiceLaRed 1.5) de sobra conocidos en la blogosfera, con los que un usuario puede sindicar una selección de noticias estructuradas en diferentes temas, que están representados visualmente por una serie de rectángulos con diferentes áreas y colores. Esos BuzzMaps no eran más que uno de los múltiples formatos de representación visual de la información que DiceLaRed había desarrollado originariamente, pero con la intención ahora de servir no a las empresas, sino a webmasters y bloggers (nuestro primer y por ahora único producto orientado al gran público, y no a las empresas). A través de estos InfoMódulos se pensaba introducir publicidad, que beneficiaría por igual al blogger y a DiceLaRed (al estilo AdSense). Precisamente fueron los BuzzMaps los que nos pusieron sobre la pista del producto que ha venido (r)evolucionar a nuestra empresa (que parece se hubiera saltado unas cuantas releases, para llegar a DiceLaRed 2.0): LastInfoo, al cual está dedicada la segunda parte de esta historia.


    El mito de la innovación
    A lo largo de estos años, quiero creer que hemos aprendido por el camino, y también, que no es nada comparado con lo que nos queda por aprender. La primera de esas lecciones tiene que ver con el riesgo que se corre cuando se idolatra la innovación. DiceLaRed es una empresa que sólo ha fabricado productos no existentes previamente en el mercado. Esto, que inicialmente puede parecer una ventaja, se convierte fácilmente en un obstáculo, si el desarrollo no se orienta a satisfacer necesidades reales, sino la imaginación del propio desarrollador. Digamos, que entre Heráclito que defendió el devenir permanente y el cambio constante de todas las cosas, y Parménides que pensaba que antes de ese cambio, existía una esencia inmutable, me quedaría con una innovación pragmática.
    Las necesidades humanas siguen siendo las mismas que en los tiempos de Heráclito: necesidades primarias, libertad, integración social, y un ansia por conseguir cualidades divinas, que la tecnología ha ido poco a poco proporcionando al hombre: aquellas cualidades que ellos veían en los dioses: la visión a distancia, la ubicuidad, la vida eterna, etc. La tecnología satisface necesidades milenarias, y por eso deslumbra al hombre. De ahí que sea importante concederle la importancia justa. La innovación es necesaria, pero la innovación por la innovación puede llevar al desarrollo de productos inútiles y poco rentables. Algo de lo que debería huir cualquier proyecto empresarial naciente.


    Lecciones aprendidas por el camino
    He querido dejar por escrito algunas lecciones aprendidas, que siempre rondan por las conversaciones del equipo directivo de nuestra empresa. Quiero advertir no obstante, que son lecciones derivadas de nuestra experiencia, y por eso mismo, pueden no ser generalizables:
    • El cliente sabe lo que quiere, pero no puede expresar con palabras algo que no existe.
    • Una idea bonita no da de comer. La idea (y por supuesto, su materialización tecnológica y empresarial) tiene además, que aportar al cliente un valor lo suficientemente concreto, como para que le haga hueco por primera vez, en su siempre "constreñido" presupuesto.
    • No es aconsejable aceptar consejos “técnicos” de nadie que no sepa más que tú sobre el área en el que te mueves (y tú deberías aspirar a ser "el que más sabe" en ese área).
    • Es aconsejable aceptar consejos "de negocio" de emprendedores “experimentados”.
    • Una cana vale más que mil palabras: adopta a un socio “experimentado” en tu equipo, especialmente si tu acción comercial involucra perfiles altos de las empresas clientes o de las empresas aliadas.
    • Si tus socios capitalistas no comprenden Internet, será mejor que los mantengas lo más lejos posible de tus decisiones.
    • No gastes el tiempo buscando subvenciones. Gasta tu tiempo en hacer un producto mejor y más barato que tu competencia, si la tienes.
    • Los partners sólo te ayudarán a ganar más cuando ya ganes mucho (igual que los inversores oficiales).
    • En España, los inversores oficiales no existen para la WebDosBeta. Sólo “friends” & “family” te ayudarán a salir adelante. Y si la cosa tira, rehúye la inversión oficial española, y búscala fuera de España.
    • Software estándar vs. software a medida: la realidad tecnológica en España pasa por los servicios. Pero sólo el software estándar escala.


    De DiceLaRed a LastInfoo IIª parte.

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    4 Comentarios:

    Anonymous Anónimo dijo ...

    Fantástico post y muy ilustrativa tu explicación esta mañana, Fernando, te felicito. Por la tarde se ha llegado ha decir que no hay innovadores en España, pero ahí estáis vosotros para desmentirlo.

    octubre 24, 2005 9:19 p. m.  
    Anonymous Anónimo dijo ...

    Muy bueno. Si me lo permites, yo añadiría:

    Analiza por separado aquello que sabes hacer y aquello que demanda el mercado en ese ámbito. Después trata de hacer el matching...y ciñete a eso.

    octubre 24, 2005 11:05 p. m.  
    Blogger Consultor Anónimo dijo ...

    Fernando, me ha encantado el post. Sobre todo por la conclusión final de ceñir la innovación a la necesidad del público objetivo y no al revés.

    octubre 25, 2005 7:04 p. m.  
    Anonymous Anónimo dijo ...

    Javier,

    Gracias. Nos consideramos innovadores, pero como explico al final del post, sólo "nos lo creeremos" cuando DiceLaRed se consolide y exporte la innovación fuera de nuestras fronteras (digamos que esa sería la prueba del algodón).

    Enric,

    Tienes toda la razón. Y además es también aplicable a nuestro caso, porque inicialmente aprendimos algo, y luego fuimos buscando cual era la demanda del mercado, para conseguir unir ambos conjuntos. Estoy ahora casi seguro de que lo hemos conseguido.

    Consultor,

    Me alegra que te haya gustado. Lo de la innovación lo cuento como algo realmente vivido en carne propia. Es un principio muy obvio, tan obvio como el aire que respiramos y que la mayor parte de las veces, olvidamos.

    octubre 25, 2005 7:52 p. m.  

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